jueves, 6 de noviembre de 2014

Sólo en días de lluvia


He escuchado decir
que la lluvia es el llanto de Dios.
Lo cual es cierto a veces.
Pero un día de lluvia como hoy
en que estoy enamorada de este hombre
la lluvia es una carcajada,
el cielo es una boca abierta
desde donde caen gotas que refrescan
mi corazón que quema mi ilusionado pecho.
Corro las calles de la risa pensando que vendrás.
Eres el hombre que me moja cuando baja la lluvia,
húmedos tus labios y tus muslos anchos,
húmeda tu boca abierta,
húmedo tu sexo duro,
soberbio poderoso dios del trueno
¡quiero cantar!
Mojada de este alegría de pensarte
quiero brincar los charcos de la ilusión y del deseo.
Amor mi alma inmortal hoy es feliz
y a Dios
se le sale una lágrima.




Imagen: Nanoo G