siento frío en los pies
aun detrás de la cortina,
la piel, babosa y frágil,
se retuerce debajo de las piedras.
Me busco y no me encuentro
en esta casa que es una caverna
donde aún no existe el fuego
y esa otra que soy yo
mira desde la oscuridad
tratando de dar palos al agua.
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