Diseccionada,
aderezada
con saliva imaginaria,
rebosada de pulpas,
rehogada en cualquier ojo,
trozada
con la sal incisiva
de cualquier lengua,
ahogada en ningún llanto;
aquí estoy
muerta de hambre
servida
en bandeja de plata.
Imagen:Obra de Karina Marandjian