He tejido una túnica
colgaban de los huesos
que ahora es su epidermis.
Ahora, mientras flota,
puede observar el mundo
a través de las córneas,
la lengua es tibia y suave
y puede articular palabras;
los dientes son de oro.
Las manos se dirigen seguras;
las falanges provocan
la imperceptible oscilación con que me erizo.
Me he colgado del aire
con la trenza que hice de su pelo,
soporto la presión de las arterias
y me contengo, amor, cómo respiras.
Absolutamente fantástico... No puedo agregar más que esta piel erizada al leerte.
ResponderEliminarGracias por compartir-te.
Un saludo ;)