sábado, 13 de junio de 2015

Jaula

A veces me pregunto quién pudo ser capaz de colocarlo ahí adentro, servirle pequeñas raciones de comida y observarlo con indiferencia sabiendo que se muere por volar en espacio abierto. Los pajaritos se posaron en el alféizar y picotearon migajas de pan. Adentro, el pobre hombre veía la televisión.


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