jueves, 15 de mayo de 2025

Atribuciones

Me dice buenos días
o buenas tardes
y me ofrece la mano
tan propio, tan cordial.
Al contacto de su mano abierta
mi cerebro da vueltas
en un remolino de suposiciones.
De tanto encontrármelo
en la calle a diario
terminé por soñarlo.
Bailan desde las verjas
trinitarias colgantes,
las flores amarillas del roble
me sonríen erectas,
la gente en los balcones
me saluda.
De tanto encontrármelo
en la calle a diario
mi cerebro da vueltas.
Soy la única que existe
en sus sueños,
piensa en mí a toda hora,
inconsciente me busca
por las habitaciones de su casa,
llora por mí en su cuarto
semioscuro
mientras escucha música
o ve televisión.
Estoy ilusionada;
así me siento yo
cuando este hombre
que no es nada mío
me mira y me saluda.
No dejo de llegar a conclusiones,
así me siento,
así
brinco de la alegría
así
me elevo
sobre los árboles
y sobre el techo de mi casa.
Mañana lo veré.
Si temo me cuestione
cruzaré a la otra acera.
Imagen IA Pixabay Iffany







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